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El pesista olímpico que estuvo a un mail de dejar el deporte

El martes pasado desde la bandeja de salida del pesista olímpico salió un mail de Carlos Espeleta cuyos destinatarios eran sus compañeros de selección, la Secretaría de Deportes y su Federación donde el mensaje era claro: "No sigo más"... el único representante argentino en Pekín a través de un correo electrónico avisaba que por las deudas en el pago de su beca y las dificultades diarias que sufre un deportista amateur en nuestro país, bajaba los brazos.
"Estoy bastante caliente. No es lo que yo quería hacer porque, como todos los deportistas, todo lo hacemos porque disfrutamos y es lo que amamos", afirma el rosarino en una charla abierta y sincera con canchallena.com.
El pesista de 25 años, que luego de los Juegos subió de categoría y compite en la categoría 85 kg de peso corporal, forma parte de uno de los tres polos de mayor difusión del deporte del levantamiento de pesas en el país: la provincia de Santa Fe, que junto a la región de Cuyo y Buenos Aires determinan las zonas más prolíferas para este deporte.
Pesas: un esfuerzo contras las adversidades
"Vivo solo y estaba debiendo el alquiler de mi departamento, la cuota del club, el sueldo del entrenador. Es vergonzoso y siento que estoy mendigando. Yo no quería dejar, pero los seis meses que me debían me obligaban a poner cada vez más plata de mi bolsillo; si no me pagaban tenía que dejar y ponerme a laburar", es el crudo relato de un joven que recibe un mínimo apoyo del Ejército Argentino y algunas prebendas del club Provincial para poder seguir entrenando.
"Esto viene pasando hace añares y es algo que no va a cambiar. Hasta el año pasado tenía un solo sponsor que me daba cosas para que yo vendiera e hiciera unos pesos; parecía un gitano", expresa con una voz que mezcla resignación, angustia, impotencia y furia.
Esa misma furia que un pesista debería encarar en cada uno de sus entrenamientos, Espeleta debe dosificarla entre la necesidad de buscar un solvento para su vida diaria, sostener a su madre que está saliendo de una enfermedad y la ira al enterarse que la Secretaría de Deportes giró dos millones de pesos al Comité Olímpico para los próximos Juegos Odesur que se realizarán en Medellín en marzo de este año.
"No le pagan a los deportistas, pero reparten esa plata y después te exigen resultados. Hace más de cinco años que estoy tratando de entrenar afuera y siempre hay trabas. Estoy en la selección desde los 14 años y tengo becas desde los 16; como decisión de vida yo dejé de estudiar para entrenar entre 6 y 7 horas diarias, pero en este país lamentablemente no toman al deporte de alto rendimiento en serio", sentencia el último campeón nacional y sudamericano, este último título logrado en octubre del año pasado en Río de Janeiro.
Tanto el Coordinador Nacional, Claudio Henschke, como el nuevo entrenador del equipo argentino, Darío Lecman habían lamentado esta decisión de Carlos, que se revirtió el último viernes cuando la Secretaría depositó los cinco meses adeudados de 2009: "Es uno de los chicos con mejor realidad actual y gran proyección a futuro… su mail pinta una realidad muy cruda", enfatizan ambos referentes del equipo nacional que entrena en doble turno todos los días en el gimnasio del Cenard.
Ante la consulta de este diario, la Secretaría de Deporte informó que por una demora de la Federación de Pesas para entregar la lista de becados, hubo un retraso en el pago, pero que ya se completó normalmente y hoy están al día.
"Tenemos los Juegos Odesur a un mes y medio. Puedo pelear un podio y tal vez el oro en Medellín, pero la semana pasada no pude entrenar y la verdad que no quiero ir a pasar vergüenza a Medellín", retoma el diálogo Chompi, como le dicen cariñosamente al pesista rosarino.
En tiempos de hacer cuentas con la calculadora, Espeleta explica sus cuentas: "La beca que recibo se va casi toda en mis entrenamientos. Me tengo que bancar alimentos, suplementos, departamento, entrenador, club; todo con 1000 pesos, que empecé a recibir antes de los Juegos de Pekín; antes recibía 450. Por ejemplo en un aminoácido ramificado (suplemento dietario), uno gasta 350 pesos para 15 días".
-¿Con este panorama cuál es la decisión luego de recibir el dinero de la Secretaría?
- Con todo el dolor del mundo había tomado la decisión de abandonar; aunque sabía que ante una mínima señal como el depósito de la beca, iba a volver a confiar. A veces no se trata sólo de dinero sino de llamarte y preocuparse por lo que estás viviendo. Mi compañero Hugo Catalán (santafecino) tiene una familia con dos hijas y está viviendo esta situación mucho peor que la mía. Somos deportistas pero también somos personas.
Con esta frase tan contundente como humana, Carlos suspende la conversación y al borde de quebrarse pone punto final al diálogo a la espera de su viaje la próxima semana a Buenos Aires con su club, Provincia de Rosario, para continuar con su preparación para los Juegos Odesur. Sus brazos comienzan a recuperar la fuerza para levantar el ánimo, seguir compitiendo y representando al país, aunque en la bandeja de salida de su mail todavía brilla sin ser borrado aquel cruel mail con asunto "No va más…".
Info: Canchallena.com