Página principal

Otra de las locuras de Gustavo Villarreal





El relato esta vez está relacionado con los 80 km que nadó Fernando Benazar el 20 de diciembre desde San Nicolás hasta San Pedro, su ciudad natal.
Tipo 10.30 hs del domingo nos reunimos con Oscar Marrow y su esposa Alicia, en la Ruta 9 rumbo a Saint Peter, conformando el team Fiorino. Por sugerencia de Fernando llegamos a las 12 hs para que la gente del Club Náutico de San Pedro nos llevara, con las “viejas del agua” de Pilar y otros nadadores 7 km arriba desde donde acompañariamos.
Arreglamos de antemano llevar cada uno algo para hacer a la parrilla, con Carlos González que fue con su mujer María José y sus nenas (Manuela y Guillermina -campeona metropolitana de patín) y Francisca, Alejandro Fontana (Jano), su esposa María Luisa y su nena María Celeste, Miguel Booss (que está buscando novia) y nos faltó José (Joselictus) Dulce y Ricardo Smith, ambos con justificativo laboral.
Allí nos encontramos con otros grandes amigos y compañeros del agua, como Omar (fluido) Pineda y su gran mujer Patricia que nos regalaron un equipo de mate espectacular en referencia al que se nos perdió o sustrajeron en el campeonato argentino y sudamericano de pileta larga que se realizó en Mar del Plata en noviembre pasado (gracias amigos).
Estaba también Carlos Cuneo, gran nadador inzulinodependiente (que se tomó una Coca Cola antes de tirarse al agua y organizador junto a Adeco de la maratón acuatica en la laguna de Colón (Bs As) a la que no pienso faltar para nadar la prueba mayor de 3 km como lo hago todos los años) y Hernán Fernández (discípulo de Fernando) junto a su novia.A las 13.45 hs en un bote del Club Náutico nos dirigimos Oscar. Carlos Cuneo, Miguel, Jano, yo y el timonel al encuentro del pelado, mientras el resto iban en una camioneta. Fuimos hasta los 7 km y decidimos llegar hasta donde lo encontráramos y eso ocurrió justo en el nacimiento del riacho San Pedro en el río Paraná Guazú. Ahí nos zambullimos a 12 km de la llegada Oscar, Jano y yo. Miguel, con su traje de neoprene rojo y negro y sus patarranas al tono (alias Spiderman acuático) y Carlos decidieron tirarse desde los 7 km.
El bote tras la orden de Osvaldo de ir a buscar algo, hizo posta de la custodia con la moto de agua de la Prefectura que nos acompañó todo el trayecto. Saludamos en el agua a Fernando, a Patricio, a Octavio y todo su equipo. El agua estaba reclara y a mas de 23 grados y un sol radiante sin nubes; la corriente con más de 5 nudos y el ancho del riacho como nunca de grande debido a las inundaciones. Fernando venía a un ritmo lento en ese momento por el cansancio y el malestar estomacal, que cedió más adelante y aumentó considerablemente la velocidad. Al faltar 7 km se sumó el resto de los nadadores. Ana Escutia, la gran nadadora y amiga de Zárate, me acompañó todo el trayecto a mi derecha, a veces nadando pecho y espalda, Cabe destacar que Ana batió record argentino y sudamericano en 200 mts mariposa siendo la única nadadora hipoacusica master, mientras Oscar hacia lo mismo ,como siempre a mi izquierda (una masa los dos).
El esposo de Ana, Aldo, estaba muy preocupado por lo que sucedía, luego aprovechó para comer la chocotorta de Alicia, para dormir un rato, la guitarreada de la noche anterior le demandó sueño). Llegando a lo de losa que es el primer espigón de material el ritmo era bastante intenso, Fernando estaba mejor e íbamos palo a palo, brazada tras brazada. Al salir del río y entrar a la derecha, a la darsena del club, me lllamó la atención y disfrute la temperatura agradable del agua ,que siempre esta tan fría, más de 5 grados menos que en el riacho.
Al llegar fuimos recibido por mas de cientos de personas con aplausos y camaras, hasta los hijos de Fernando estaban en el agua para darnos la bienvenida y besos, las mellizas Angie y Camila, Ivan y el menor y travieso rubio sanpedrino y futuro nadador como su padre, Tiago.
"Corrí" desesperadamente después de ponerme la biónica, a comer el asado que terminaron de cocinar las chicas (nuestras esposas). Estaba buenísimo, el vacío que llevo Jano se deshacía en la boca y los chori de Carlitos sin igual. Cabe destacar la torta de Claudia que estaba rebuena. Seguimos debajo del restauran con la entrega de diplomas y remeras en un brindis con emparedados y empanadas en un acto de amistad y camaradería deportiva sin igual.
Nos vemos la próxima y felices fiesta para todos.
Gustavo Villarreal