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Laure Manaudou le dijo adiós a la pileta

Pese a que resulta algo inusual debido a que recién cumplirá veintitrés años el próximo 9 de octubre, ella ya había insinuado algo cuando a mediados de enero publicamos nuestra nota en la que adelantó que se tomaría un año sabático sin competir siquiera en el mundial de pileta larga en Roma. Tal como reflejan la totalidad de los medios deportivos europeos, la campeona olímpica francesa Laure Manaudou anunció su retiro de la natación profesional debido “al cansancio y la falta de objetivos tras conquistar todos los títulos propuestos” aunque la razón podría ser otra ya que el diario galo Le Parisien afirmó que estaría esperando un hijo del plusmarquista Frederick Bousquet, con quien convive en la costa de Marsella.

Tras convertirse a sus diecisiete años en la primera francesa en subir a lo más alto del podio en un Juego Olímpico, Manaudou construyó una trayectoria fantástica que, además de la medalla de oro en los 400 metros libre en Atenas 2004, incluye una presea de plata en los 800 de ese mismo estilo y otra de bronce en los 100 espalda junto con tres títulos mundiales de 400 metros en 2005 y 2007 y de 200 metros en 2005; más diecisiete corona europeas y 55 francesas, la también conocida como sirena sexy aseguró que su alejamiento de la pileta fue “el resultado de una decisión bien meditada desde hace tiempo” cuando comenzó a sentirse “saturada” por el alto rendimiento que la priva “del placer de nadar” tal como su propia madre su madre Olga Schippers, una holandesa que brilló en el badminton de su país, lo confirmó al opinar que la multicampeona pasó las últimas seis temporadas ininterrumpidas en el más alto nivel competitivo cuyo entrenamiento no puede cumplir debido a dolores en el hombro y la cabeza sumado a su falta de ganas de continuar adelante con su exigente rutina.

En el foco de las polémicas y los escándalos mediáticos desde que a comienzos de la temporada 2007 se marchó de las filas de su entrenador Philippe Lucas para unirse al nadador italiano Luca Martín, su novio de entonces hasta ella saltó a los brazos de otro campeón francés,Benjamín Stasiulis, quien para tomarse venganza habría difundido públicamente las ya famosas fotografías desnudas. Luego de un nunca admitido paso por el quirófano para agrandarse los pechos, la prensa sensacionalista de su país lo catalogó como el Síndrome de Pamela Anderson y planteó que se trataría del inicio de una carrera en el mundo del espectáculo o las pasarelas ya que existían ávidos productores televisivos que buscaban sumar rating a partir de fama respaldada por su figura de 63 kilos distribuidos en 1,80 de altura. Más allá de las habladurías amarillistas, la representante del Club CN Mellun Dammarie le perdió el gusto a la natación profesional tras conseguir cuanto título se cruzó en su camino e ingresar a la historia grande de este deporte.

Info: El Depornauta