Todos saben que siempre después de un torneo escribo algunas sensaciones que me fueron quedando a lo largo de la competencia, este en particular no fue un torneo mas para mi, vengo de un año muy intenso de mucho trabajo y de un desafío muy fuerte que enfrente con mis dos socios y compañeros del agua.
Este torneo llegué casi colgado (acarreo una lesión crónica, un familiar muy jodido de salud y poco entrenamiento) pero decidí ir a correr igual hasta donde aguante, casi sin ilusiones, pero con mucho de ese espíritu master que te llena de energía y fuerza para competir. Y ese espíritu master se recargó de energía a través de mi socio Martín quien es Master B y corre casi las mismas carreras que yo, Martín hizo un gran torneo, y creo que dejar en la categoría a mi sucesor fue lo que más me llenó de alegría.
Hace 2 años corrí mi primer Argentino en esta pile y logré subirme al podio, el fin de semana mi socio me acompaño en el podio de los 50 libres corriendo una carrera a lo grande, quizás como siempre me gusto correrla a mi. También me llenó de orgullo correr la final de los 100 libres en una serie plagada de amigos, aunque falto mi compañero de contiendas Andrés Mackinon.
Con respecto al torneo, siempre hablo con mis amigos dirigentes sobre el error que se está cometiendo cuando por apurar un torneo se pierde “el espectáculo”. El fin de semana competimos y convivimos en La Catedral de
Creo que la organización fue muy buena pero no se debe perder el espectáculo, para mi no hay nada mas importante que te premien, y en semejante natatorio podría haber espacio para un gran podio en donde se premiara tranquilamente a todos los nadadores y se le permitiera tener una foto.
Brindo por mi sucesor y socio que cuidará el lugar en el podio que ahora dejo, brindo porque los mediocres de los dirigentes Argentinos una vez se apiadaron de robar un poco y crearon esa magnifica pileta. Brindo por mi socia de todos los entrenamientos con quien de alguna forma nos arreglamos para no bajarnos nunca del podio y sobre todo brindo por los huevos que pone un nadador viejo para juntar fuerzas todos los días para ir a entrenar y se anima a someterse al estrés de un gran torneo como si tuviese 15 añitos.
Me despido de ser Master B y seguramente de volver a correr en Primera ya que considero que con casi 35 añitos me tengo que dejar de joder a los chicos.