Viajó ayer con su técnico a La Quiaca, para hacer entrenamiento de altura. Quiere repetir el oro de Santo Domingo.
Georgina Bardach no sabe cuántas veces fue a hacer entrenamiento de altura en La Quiaca: “Cuatro o cinco veces, me parece”; ni siquiera se acuerda bien de cuál fue la última: “Creo que fue la de 2005”. Pero sí sabe, y está muy segura, que después de ir a esa ciudad jujeña siempre, siempre, le fue muy bien.
Como aquel 2003, en que se sacó una foto con una oveja quiaqueña que pastaba todas las tardes junto a la pileta donde ella entrenaba y, pocas semanas después, conmovía al deporte argentino con dos históricas medallas consecutivas: una de bronce en el Mundial de pileta larga de Madrid y otra de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. O como en 2004, cuando trabajó hasta llorar en la pileta y trepó decenas de veces a las sierras puneñas para, pocas semanas después, hacer podio olímpico en los Juegos de Atenas.
Por eso, ayer a la mañana partió otra vez, junto a su entrenador Héctor “Bochi” Sosa, rumbo a la provincia norteña para prepararse para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.
–¿Por cuánto tiempo vas a La Quiaca, y con qué objetivos?
–Vamos por 14 días, a entrenar para los Juegos Panamericanos.
–¿Por qué 14 días y no 21, como siempre se hace?
–Porque las últimas veces que fui hice 14 y me alcanzó. Después, ya es como que me empiezo a adaptar y el entrenamiento no sirve de mucho.
–¿Cómo es tu vida cuando vas a La Quiaca?
–Dependo de lo que tenga que entrenar. En general como, duermo y nada más.
–Pero ahora tenés alguna expectativa de ver amigos.
–Nooo. Tengo más expectativas de entrenamiento, quiero hacer un buen trabajo.
–¿Y después, volvés a Córdoba?
–Sí, porque no tengo ninguna otra competencia antes de los Panamericanos.
–¿Qué esperás para estos Panamericanos?
–Repetir el oro en los 400 combinados, y hacer podio en las otras dos, 200 combinados y 200 mariposa.
–¿Te parece que te puede salir la marca que no te salió en el último Mundial?
–Puede ser, sí.
–¿Y con eso se gana, con 4m40s?
–¡Espero! (se ríe).
–¿Cómo te parece que le va a ir al resto de la natación argentina?
–Bien, aunque se les va a complicar un poco. José (Meolans) creo que la tiene bastante complicada, me parece. Tiene rivales nuevos y muy fuertes. Pero él dice que está entrenando bien, así que veremos.
Georgina llegó a La Quiaca a las 19.45 de ayer, pero tuvo que dejar su auto a las puertas de la localidad, porque había un piquete de transportistas. Luego de caminar hasta el hotel con todo su equipaje (unas 15 cuadras), a las 20.30 ya estaba en la pileta, lista para empezar a entrenar.
LaVoz.com.ar
Georgina Bardach no sabe cuántas veces fue a hacer entrenamiento de altura en La Quiaca: “Cuatro o cinco veces, me parece”; ni siquiera se acuerda bien de cuál fue la última: “Creo que fue la de 2005”. Pero sí sabe, y está muy segura, que después de ir a esa ciudad jujeña siempre, siempre, le fue muy bien.
Como aquel 2003, en que se sacó una foto con una oveja quiaqueña que pastaba todas las tardes junto a la pileta donde ella entrenaba y, pocas semanas después, conmovía al deporte argentino con dos históricas medallas consecutivas: una de bronce en el Mundial de pileta larga de Madrid y otra de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. O como en 2004, cuando trabajó hasta llorar en la pileta y trepó decenas de veces a las sierras puneñas para, pocas semanas después, hacer podio olímpico en los Juegos de Atenas.
Por eso, ayer a la mañana partió otra vez, junto a su entrenador Héctor “Bochi” Sosa, rumbo a la provincia norteña para prepararse para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.
–¿Por cuánto tiempo vas a La Quiaca, y con qué objetivos?
–Vamos por 14 días, a entrenar para los Juegos Panamericanos.
–¿Por qué 14 días y no 21, como siempre se hace?
–Porque las últimas veces que fui hice 14 y me alcanzó. Después, ya es como que me empiezo a adaptar y el entrenamiento no sirve de mucho.
–¿Cómo es tu vida cuando vas a La Quiaca?
–Dependo de lo que tenga que entrenar. En general como, duermo y nada más.
–Pero ahora tenés alguna expectativa de ver amigos.
–Nooo. Tengo más expectativas de entrenamiento, quiero hacer un buen trabajo.
–¿Y después, volvés a Córdoba?
–Sí, porque no tengo ninguna otra competencia antes de los Panamericanos.
–¿Qué esperás para estos Panamericanos?
–Repetir el oro en los 400 combinados, y hacer podio en las otras dos, 200 combinados y 200 mariposa.
–¿Te parece que te puede salir la marca que no te salió en el último Mundial?
–Puede ser, sí.
–¿Y con eso se gana, con 4m40s?
–¡Espero! (se ríe).
–¿Cómo te parece que le va a ir al resto de la natación argentina?
–Bien, aunque se les va a complicar un poco. José (Meolans) creo que la tiene bastante complicada, me parece. Tiene rivales nuevos y muy fuertes. Pero él dice que está entrenando bien, así que veremos.
Georgina llegó a La Quiaca a las 19.45 de ayer, pero tuvo que dejar su auto a las puertas de la localidad, porque había un piquete de transportistas. Luego de caminar hasta el hotel con todo su equipaje (unas 15 cuadras), a las 20.30 ya estaba en la pileta, lista para empezar a entrenar.
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